Ayer me acosté con un planteo
totalmente distinto para determinadas cosas. Después de mil vueltas, de
arrepentirme de lo que hice, de lo que no hice también, entendí una
cosa. Lo que pasó, pasó. Ya no lo podes arreglar. Porque PASÓ.
Ya es pasado. Hay que poner la mirada
hacia delante, en lo que podes hacer. No hacia atras, en lo que ya no podes
cambiar. Aparte, que ganas manijeando, pensando y poniendo energias en cosas que
ya pasaron? Nada. Por algo pasan las cosas. De esas cosas aprendemos. Por
ejemplo yo aprendí que de haberme arrepentido tanto de hacer equis cosas, o de
no hacer otras, ahora entendí que ya no puedo cambiar lo que ya pasó. Que
tengo que enfocarme en para la próxima, tratar de hacer eso que no hice, y que
después me arrepentí.
Igual hay algo que es verdad, a
veces uno no hace tales cosas porque EN ESE MOMENTO creyó que lo correcto era
hacer otras. O también pasa que sabes lo que tenes que hacer pero no lo haces
por cobarde. Hay de todo. Las personas somos un laberinto, que vamos
recorriendo a lo largo de nuestra vida, y que de errores aprendemos por donde
nos convendría ir. Que de haberse tropezado con la misma piedra mil veces
aprendemos a esquivarla, a pasarla por arriba, o a ni siquiera tener que gastar
energías en ella. No hay que arrepentirse eternamente de nada. Hay que
tomarlo como cuando nos toman alguna prueba boluda y nos sacamos un 2, un 3,
que decis ''pa, que bronca'' pero después de unos minutos ya ni te acordas de
eso. Hay que dejar de preguntarnos POR
QUÉ nos pasa eso, para empezar a preguntarnos PARA QUÉ. Siempre se vienen cosas
nuevas. Siempre hay caminos nuevos y diferentes para elegir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario